¿Cómo dar mantenimiento al acero inoxidable?

El acero inoxidable es resistente y conserva su apariencia durante años, incluso en condiciones adversas, si recibe el mantenimiento requerido para garantizar la durabilidad de todos sus atributos. De hecho, con frecuencia el acero inoxidable se ve alterado en su estabilidad y funcionalidad, sobre todo por el uso incorrecto de métodos de limpieza, independientemente de la calidad del acero.

Evitar su desgaste por corrosión, preservar su brillo, alargar su vida útil y reducir los costos por reemplazos, son algunos de los resultados que obtendrás si cumples con una estrategia de cuidados de esta preciada aleación de hierro, carbono, cromo, entre otros, tomando en cuenta las siguientes recomendaciones.

Limpia con la regularidad y sigue los procedimientos adecuados

Cuando se trata de elementos de acero inoxidable, limpieza y mantenimiento van de la mano. Limpiar la superficie de este acabado continuamente previene decoloraciones y los inesperados puntos de óxido, provocados por suciedad o el contacto con sustancias que disminuyen su resistencia a la corrosión.

Para conservar el acero inoxidable en perfectas condiciones es importante realizar su limpieza con productos diseñados o recomendados para ello. En ocasiones, la apariencia de los artículos de acero inoxidable se ve alterada, precisamente por las técnicas e instrumentos que se utilizan al manipularlos o lavarlos.

Una forma básica y efectiva para proteger el acero inoxidable de la suciedad:

• Usa agua tibia y detergente lavavajillas con PH neutro, preferiblemente en gel, para frotar la superficie con un paño de microfibra o una esponja no abrasiva. 
• Enjuaga la superficie con suficiente agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón. 
• Seca con un paño suave para evitar manchas por restos de agua. 
• Pule con algún producto comercial diseñado para dar brillo.

Productos que no debes usar para lavar la superficie del acero inoxidable: 

• Detergentes en polvo, pues sus granos le producen rayas con el paso del tiempo.
• Desinfectantes, lejías, ni productos que contengan cloro, ya que son abrasivos y originan procesos de corrosión.
• Estropajos de acero, con cualquier otra fibra metálica o cepillos de cerdas duras que alteran la superficie al primer contacto. 

Fuente: Pixabay, 2018.

Evita agentes químicos y temperaturas extremas

• El contacto con determinados químicos como salitre y ácidos puede decolorar el acero inoxidable. Si se produce de forma accidental o por condiciones de ambiente, se debe lavar la superficie con abundante agua, preferiblemente tibia. En caso de usar vinagre blanco o bicarbonato de sodio para manchas leves, asegúrate de diluir en agua en las proporciones adecuadas, generalmente en partes iguales.
• Aunque uno de los atributos del acero inoxidable es la resistencia a las altas temperaturas, la exposición a niveles extremos puede provocar cambios en su color y textura.
• Usa protectores: Si el acero inoxidable se encuentra en un ambiente exterior o expuesto a la intemperie, usa protectores específicos para este material. Para evitar la oxidación, aplica una capa de cera o sellador.

Revisa periódicamente el buen estado de los accesorios

Además de las técnicas adecuadas de limpieza, el mantenimiento del acero inoxidable requiere de la inspección continua de equipos e instalaciones, para detectar y corregir a tiempo señales de deterioro, con especial atención en los accesorios o piezas más pequeñas, sobre todo en ambientes con mayores concentraciones de sustancias corrosivas.

Por ejemplo, es importante asegurarse de que cada abrazadera para tubo no esté oxidada o corroída, y así pueda mantener las tuberías en su lugar; igualmente, cada pletina de acero inoxidable.

Las chapas de acero inoxidable, que se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, como encimeras, salpicaderos y revestimientos de paredes, deben limpiarse regularmente para evitar la acumulación de polvo y grasa.

Entre los elementos o defectos más comunes que debes identificar con anticipación en toda superficie de acero inoxidable, para corregir y lograr que se mantenga resistente a la corrosión están los siguientes: polvo, suciedad, aceite, grasa, pintura, marcas de dedos, rasguños, manchas, áreas oxidadas, residuos de adhesivos, marcas de soldadura, entre otros.

Fuente: Pixabay, 2014.

Si se encuentran incrustaciones de cualquier elemento ajeno al material, se debe usar una espátula de madera para removerla, y así evitar que se raye y contamine. Los cercos de humedad que dejan los recipientes metálicos cuando duran mucho tiempo encima del acero inoxidable pueden ser difíciles de eliminar. En superficies pulidas, la limpieza debe realizarse en el sentido de las líneas del acabado. Al hacerse en sentido transversal o circular, pueden aparecer rayas.

Recuerda:

• A pesar de que el acero inoxidable es resistente a la oxidación, puede oxidarse, aunque mucho más lento que el hierro. El cromo forma una capa protectora que protege contra la oxidación, y cuando la capa superficial se rompe, el acero inoxidable se vuelve susceptible al deterioro.
• Es importante leer las instrucciones del fabricante antes de usar productos químicos en el acero inoxidable.
• Siempre es mejor probar cualquier producto de limpieza en un área pequeña y poco visible antes de usarlo en toda la superficie.
• En ambientes exteriores hay mayor exposición a los ataques corrosivos, y en este caso es importante limpiar los productos de acero inoxidable con más frecuencia. 
• La mejor manera para evitar que aparezcan contaminantes en la superficie de los productos de acero inoxidable es tomar acciones preventivas.
• Largos períodos de negligencia frente a la necesidad de contar con un plan de mantenimiento y limpieza del acero inoxidable, conllevan a soluciones más complejas y de mayor costo. 
• Si tienes dudas sobre cómo hacer mantenimiento y limpieza a tus objetos y equipos, consulta con un profesional en las tiendas de venta de acero inoxidable.

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